Mercados Globales: Expandiendo Horizontes de Inversión

Mercados Globales: Expandiendo Horizontes de Inversión

En un mundo cada vez más interconectado, explorar los mercados internacionales deja de ser una opción para convertirse en una necesidad estratégica. Con la desaceleración del crecimiento en economías avanzadas y el auge de los mercados emergentes, entender dónde y cómo invertir abre un abanico de oportunidades sin precedentes.

Contexto macro global y comercio internacional

La economía mundial se desacelera desde 2,9% en 2024 hasta un 2,6% proyectado para 2025-2026, por debajo de la tendencia prepandemia. Esta moderación de la expansión es desigual: mientras las economías desarrolladas muestran un avance pausado, los mercados emergentes continúan siendo el motor principal del crecimiento mundial.

En paralelo, el comercio mundial de bienes y servicios alcanzó casi 33 billones de dólares en 2024. A pesar de tensiones geopolíticas y arancelarias, se consolida una reconfiguración en forma de nearshoring y friendshoring, más que un colapso de la globalización.

La transición energética global exige inversiones masivas: hasta 6,5 billones de dólares anuales hasta 2050 en nuevos activos para energías limpias, redes eléctricas, almacenamiento y transporte sostenible, abriendo un amplio abanico de oportunidades en infraestructuras verdes.

  • Crecimiento global proyectado al 2,6% para 2025-2026.
  • Comercio global supera los 33 billones de dólares en 2024.
  • 6,5 billones de dólares anuales en transición energética.

Panorama de mercados financieros globales (2024–2026)

La palabra clave en renta variable para 2025 es resiliencia ante shocks económicos. Tras las turbulencias de 2024, los principales índices rebotaron con fuerza desde abril, recuperando niveles cercanos a máximos históricos gracias a expectativas de beneficios revisadas al alza.

En particular, las acciones no estadounidenses superaron al S&P 500 con un retorno del 26% YTD a noviembre, y mantienen una valoración aproximadamente 35% más barata que las de EE. UU. en PER adelantado, reforzando el caso para la diversificación geográfica inteligente.

Los mercados emergentes mantienen un diferencial de crecimiento entre mercados emergentes y desarrollados cercano a 2,5 puntos porcentuales. Con bancos centrales acomodaticios bajando tipos, sus acciones y monedas se benefician de flujos positivos y un dólar debilitado.

Ejes estructurales que amplían los horizontes de inversión

La transformación digital en mercados emergentes permite a regiones como Sudeste Asiático, África e India saltar etapas de desarrollo. El acceso masivo a internet móvil y fintech crea un entorno propicio para el comercio electrónico, los pagos digitales y la inclusión financiera.

  • Inteligencia artificial reconfigurando productividad y demanda de energía.
  • Infraestructuras digitales clave en Corea, Taiwán y la India.

La sostenibilidad se consolida como núcleo de la estrategia en muchos EM. El abaratamiento de las tecnologías climáticas impulsa proyectos en renovables, agricultura sostenible, cadenas de suministro eco-friendly y movilidad eléctrica.

Oportunidades regionales y sectoriales

Europa destaca por valoraciones atractivas, peso de la “vieja economía” y dividendos elevados, ofreciendo un complemento sólido a las carteras centradas en tecnología estadounidense. Japón muestra políticas monetarias más flexibles y sectores industriales en plena recuperación.

En Asia Pacífico, India se propone alcanzar 500 GW de capacidad no fósil para 2030, lo que generará demanda en redes eléctricas, almacenamiento y vehículos eléctricos. China apuesta por la electrificación y la modernización de su sector manufacturero, con incentivos a las industrias verdes.

Para capitalizar estas tendencias, los inversores pueden seguir estos consejos prácticos:

  • Ampliar la exposición a mercados emergentes infra-representados a través de fondos diversificados.
  • Equilibrar renta variable con instrumentos de renta fija en divisa local para gestionar el riesgo cambiario.
  • Implementar gestión activa de riesgos globales, ajustando posiciones según volatilidad y datos macro.

En definitiva, los mercados globales ofrecen un panorama lleno de posibilidades para el inversor informado. Combinar disciplina, visión de largo plazo y apertura a nuevas geografías es la clave para expandir horizontes y captar oportunidades más allá de las fronteras tradicionales.

Por Fabio Henrique

Fabio Henrique